Desde niño siempre me gustaron las flores. Mi mamá siempre tuvo ese afán de tener y cuidar rosas y diversas flores. Su aroma, colores, forma y tamaño siempre me fascinaron. En cada salida o caminata que hago siempre me detengo a tomar fotos de las flores que encuentro, en su mayoría silvestres, esas que se encuentran por miles en épocas de lluvia, donde la montaña se torna de colores y aromas diversos. Mi lente macro es un gran compañero en estas jornadas por todo el Perú, ya que permite captar muchos más detalles que con uno convencional. También me he dado cuenta que hay menos abejas e insectos polinizando las flores.